“El sexo en terapia: teoría y técnicas de terapia sexual” Dr. Antonio Caruso *

“El sexo en terapia: teoría y técnicas de terapia sexual” Dr. Antonio Caruso *

ASPECTOS GENERALES

En esta primera parte, un planteamiento que hace Caruso es el de la sexualidad no vista sólo desde la genitalización, sino que reconoce al cuerpo como un “lugar” en el cual se contextualizan sentimientos y significados, prácticas relacionales y acciones sociales.

Señala que es importante analizar y crear “un mapa” sobre: la relación, el vínculo de unión y el sexo; ya que  son componentes que pertenecen a una relación única donde cada una se conecta con la otra, pero son al mismo tiempo autónomas. Es un mapa clínico que ayuda en el trabajo de reflexividad, de conocimiento de nuestros pacientes; proceso que puede co-generar el compartir entre terapeutas y pacientes, entre compañeros de un eventual proyecto terapéutico.

Habla de partir de una posición sistémica, y cómo el asumirla permite conocer el mundo, esto favorece el co-generar narraciones y explicaciones. Plantea los principales elementos que ayudan en la sesión terapéutica: hipotetización sistémica, circularidad, neutralidad, curiosidad, estrategizar y otra visión. Comparte que su forma de hacer terapia es muy activa, pues “conduce” la sesión; para ello requiere la organización de la información que es lo observado pero también la información compartida y las hipótesis construidas, las cuales ayudan a traer orden donde se encuentra  desorden, orden en la sesión, orden en el moverse del terapeuta, orden en el desorden que la familia traería si es dejada demasiado libre. Entonces podríamos resumir diciendo que, una buena hipótesis, en cuanto orienta las acciones del terapeuta, también debe permanecer conectada a la evaluación de cuánto puede orientar en sentido terapéutico.

Desde la perspectiva del construccionismo social la atención mayormente está puesta sobre los “aspectos sociales, culturales e interactivos de la experiencia, de las emociones, de la identidad y de la necesidad obligada de buscar el significado de la experiencia al interior del sistema más amplio”. Construir cambio significa buscar los instrumentos, las acciones que puedan facilitar para nosotros y para otros, la posibilidad de experimentar perspectivas cognitivas y emotivas diferentes, reposicionamientos relacionales y nuevos comportamientos .

Plantea que “el cambio” es la finalidad compartida entre el profesionista y el  cliente. Señala que generalmente hay elementos que no estaban presentes antes del encuentro terapéutico y que después de ese encuentro desarrollan funciones de información. El cambio, entonces, resulta ser una construcción que parte de premisas y/o de posiciones diferentes respecto a aquellas originarias que los observadores habían puesto en la construcción de su mundo. Construir cambio significa buscar los instrumentos, las acciones que puedan facilitar para nosotros y para otros la posibilidad de experimentar perspectivas cognitivas y emotivas diferentes, reposicionamientos relacionales y nuevos comportamientos a fin de que éstas nuevas posiciones/ premisas  permitan crear la posibilidad para el sujeto de construir nuevas experiencias y nuevas realidades.

Reconoce como premisas importantes la neutralidad y el respeto, planteados por Cecchin. En el encuentro profesional con el otro, el objetivo no es cambiar a la persona o su comportamiento, sino construir juntos posibilidades concretas de asumir la “novedad” que apoyen a lo “conocido”, que entre ellas dialoguen y se contaminen. Esto se une con la dimensión temporal del cambio: asumir una nueva perspectiva, pero también a una nueva posición desde la cual observar implica dar el inicio a un proceso de construcción de diferencias y de posible novedad, construcción que requiere tiempo como cada proceso. Otro elemento importante que reconoce, es la empatía, es un importante pre-requisito para el desarrollo de la terapia porque facilita la posibilidad de que el actuar del terapeuta tenga un efecto de información para el sistema y no, necesariamente, como proximidad emocional, sino de cómo es entendido “el funcionamiento” del sistema que tengo delante, así se tiene más oportunidad de conectarse con él.

Manifiesta que él busca mucho generar intervenciones orientadas al hacer o al actuar; más que pertenecer a los orígenes de la terapia familiar, los ubica en el periodo estratégico e incluso estructural. Señala que en la vida se tiene que actuar, probar o experimentar. La posición estratégica y la posición narrativa o conversacional, las alterna indiferentemente en el actuar en terapia, ya que juntas conviven como aproximaciones orientadas a la experimentación de otras visiones y de otras perspectivas. Las premisas constructivistas y construccionistas focalizan la atención sobre el observador con sus personales representaciones simbólicas; es decir, “el conjunto de prejuicios” en la acepción de Cecchin (Cecchin, Lane, Ray, 1997) y las realidades que emergen del proceso interactivo entre diferentes observadores.

Algunas Referencias:

  • Linares J.L., Intorno all’abuso. Armando Editore, Roma 2007.
  • Fromm E., L’arte di amare., Mondadori, Milano 1996.
  • Dell P., Beyond homeostasis: Toward a concept of coherence, in “Family Process”, 1982, 21, 21-40.
  • Bozzetto I., Sawubona “ti vedo”, UNIPRESS, Padova 2010.
  • Clement U., Terapia sessuale sistémica, Raffaelo Cortina Editore, Milano 2010.
  • Maturana H., Biología del amor, Seminario de la Sociedad Catalana de Terapia Familiar, 1996 Barcelona

* Fuente: Caruso, A. (2015). Il sesso in terapia: Teoria e tecniche di terapia sessuale. Milano: Mimesis Edizioni.

Texto traducido por: Sheila Peña Ortíz. Empleado para el Seminario: Cuerpo, relaciones y significados. De la teoría a la práctica en psicoterapia sexual. México 2019.

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